
Allí nos esperaba un compañero más y parecía que el resto no acababa de llegar, que al final no aparecieron. Comenzamos a vestirnos y rompió a llover con intensidad, siendo la tónica general del día. La temperatura rondaría los 7 grados. Justo antes de iniciar la jornada entregamos los papeles del acotado, acreditando que la pesca se efectuaría sin muerte, ya que es necesario aseverarlo para poder efectuar esta modalidad.
