Me llevan los demonios....

L
lamarlo educación, conducta, ética, modales o como queraís.., y si lo sé, que son condiciones propias de la persona, que se extrapolan a todos los campos, la ciudad el trabajo y la pesca. Pero es que últimamente vengo reflexionando, de la mala leche que a veces gastamos, cuando lo que deberiamos hacer es dejar aparcado cierto egoismo en casa, y disfrutar a tope del dia de pesca.

Me éxplico... creo que son situaciones que todos hemos vivido. Son las 14h empiezan a moverse en superficie, y de la nada, surge un pescador a 20m delante tuyo, que no sólo te ha visto, sino que además le importa un huevo y se sumerge en el medio del río a dar varadas a diestro y siniestro....
Nuestro cerebro ya comienza a carburar "la madre que lo parió al sujeto este" "me vas tú a adelantar por mis cojones" y empiezan las carreritas!!!.



Y aquí es donde yo entono el mía culpa y es que me llevan los demonios, si el río es pequeñito de montaña, aquí no hay más remedio que hacer el Schumacher y pisar a fondo, hay que pasarle como sea o cambiar de escenario porque de otra manera no nos comeremos un colín. Que gran faena es vestirse de romano dirigirse a ese precioso río de montaña, tu zona favorita y justo al entrar, ver que ya hay alguien pertrechado, que simplemente... ha llegado antes que tú. El morro se tuerce y el cerebro procesa el plano geográfico, "a ver porque vereda puedo pasarle sin que se entere" y es un pensamiento que casi deja aflorar una sonrisa maligna...


Y todo esto viene arraigado por el aprendizaje porque a todos nos la han liado... Recuerdo una vez en un pequeño río de León que coincidiendo con un hombre antes de empezar a pescar, decidimos dividirnos el tramo, él bajaría para abajo y yo empecé a pescar. Al principio la cosa fue bien, pero al cabo de un rato dejaron de moverse, por lo que decidí ir por fuera tratando de buscar peces activos. A menos de 60m me encontré con el pescador del inicio, resulta que en la parte de abajo había otro pescador y decidió venirse para arriba con conocimiento y alevosia. De estas unas cuantas..
Reconozco que a veces he pescado al alimón con pescadores que desconocia, o simplemente nos hemos ido marcando los puntos de entrada para poder compaginar una pesca conjunta, está bien siempre que el ritmo de ascensión sea parecido. Cuando el ritmo es diferente, se deja margen. "Me voy a subir un km y empiezo" Aunque a veces ese km sea un cortao que ni las cabras bajan, o una tabla cenagosa imposible de vadear con unos mosquitos de kilo.


En ríos medianos y grandes la cosa puede variar, y dejando un margen de tiempo suficiente los peces se vuelven a colocar, aunque reconozco que aún asi algo negro crece de dentro cada vez que ocurre. Incluso en un día de estos que todo sale mál, he enganchado siete veces con el viento, he cambiado 4 veces el bajo por unos lios de madre y muy señor mío, he perdido 22 ninfas en el fondo, estoy calado hasta los huesos por culpa de una caida tonta, el movil otra vez jodido y encima viene un pescador y se coloca a 50 m de tu posición, y no te lo pierdas la única trucha que se ha cebado en todo el día, está a 10m tuyo y él también la ha visto, se descuelga cruzando todo el río en diagonal, en plan remolcador haciendo unos surcos estilo tsunami y a la primera la encesta. Este tipo de situaciones, raras por suerte pueden entresacar los instintos más asesinos de uno.


Otras de las situaciones más comunes en ríos es pensar que el pozo o tabla que tenemos delante, que inminentemente vamos a pescar es la mejor postura, momento en el que aparece entre unas espadañas un grupo de cuatro pescadores de mosca, o nos encontramos una hora haciendo garita, ante dos buenos peces en un parado y justo cuando se activan, allí aparecen pescadores, bañistas o el abuelo que va a bañar al perro. Todos a retozar!!!
Eso.., si no te tiran piedras un grupo de niños, apostados entre los domingueros o como en algunos lugares, ciertos desaprensivos para que no molestes los pozos salmoneros. O ha sido el pastor que se ha dejado los mastines olvidados, como el que se deja la luz del baño encendida, y toca correr como alma que lleva el diablo. "La madre que parió a panete"


Por no hablar de los cotos u eds, últimamente dan demasiados permisos y provocan ciertas situaciones críticas para dar de comer a parte, y vaciar los bolsillos de paciencia y que me decís de los intensivos, aquí ya la pesca se convierte en la verbena de la paloma y la gente emprende carreras en busca de los puntos calientes, los señuelos vuelan unos encima de otros y las distancias se reducen de tal manera que puedes oler a los dos pescadores inmediatos. Recuerdo el año pasado que un pescador engancho en un abedul y poco más le falto que sacar la motosierra para recuperar el señuelo, pobre árbol dios mío.


Esta claro que en todo este autocontrol que tratamos de generar hay mucho de educación y respeto, a nadie se le obliga a ser agradable, simpático o a reir las gracias, pero si que está bien inflingir un mínimo de cortesía. Saludar, dar los buenos días, y emanar buenas actitudes, dejando de lado el pescador autista y egoista que a veces permanece dentro de cada uno. Si vamos acompañados de jovenes o menores, debemos de dar ejemplo, no solo de como se pesca, sino tambien de como comportarse, aunque a veces haya que morderse la lengua.


En la pagina de la federación de pescadores a mosca de EEUU, existen unas indicaciones de lo que debería ser el comportamiento de un pescador a mosca. Creo que son bastante acertadas así que aquí os las dejo.

La ética del pescador comienza con la comprensión y obediencia a las leyes y normas asociadas a un determinado escenario de pesca. Los pescadores a mosca comprenden que su conducta en relación a las leyes y normas se refleja en todos los pescadores. La ética del pescador trasciende a las leyes y normas que gobiernan la pesca y los recursos que sostienen esta actividad.

La oportunidad de poder participar en el deporte de la pesca a mosca es un privilegio y una responsabilidad. Los pescadores a mosca respetan la propiedad privada y siempre solicitan permiso antes de entrar o pescar en un lugar privado. También se esfuerzan por comprender y seguir las costumbres y prácticas locales asociadas con cada escenario de pesca. Comparten en pie de igualdad las aguas con otros, ya sean pescadores o practicantes de otras actividades al aire libre.

Los pescadores a mosca minimizan su impacto sobre el medio ambiente en los lugares de pesca, adoptando prácticas que no degraden la calidad de las riberas, aguas, o el conjunto de las cuencas de las que los escenarios de pesca dependen. Estas prácticas incluyen evitar la introducción en el ecosistema de especies foráneas, y la limpieza y el secado del equipo de pesca para prevenir el transporte inadvertido de organismos exóticos invasores que pueden amenazar la integridad de un ecosistema acuático. Para expresarlo de forma simple, los pescadores a mosca siempre dejan el escenario de pesca mejor de lo que lo encontraron.

Los pescadores a mosca se esfuerzan por conservar los escenarios de pesca comprendiendo la importancia de limitar sus capturas. La pesca sin muerte es un elemento importante para el sostenimiento de los buenos escenarios de pesca que están siendo sobrepescados. Los pescadores a mosca liberan los peces de forma adecuada y con el mínimo daño. Promueven el uso de anzuelos sin muerte y de prácticas de pesca que, aun suponiendo un mayor reto, auyuden a sostener poblaciones saludables de peces.

Los pescadores a mosca no juzgan los métodos de otros pescadores. Los pescadores a mosca comparten sus habilidades y conocimientos técnicos. Ayudan a otros a comprender que la pesca a mosca contribuye a prácticas eficaces de conservación de los escenarios de pesca.

Los pescadores a mosca tratan a los otros pescadores tal y como ellos mismos esperan ser tratados. No tratan de imponerse a los demás ni interfieren de ninguna manera con otros pescadores. Son corteses y piden permiso para pescar una postura cercana a otro pescador. Los pescadores a mosca cuando llegan a un lugar ya ocupado se colocan detrás de los otros pescadores, no delante de ellos.

Los pescadores a mosca cuando han de compartir un lugar dejan un espacio suficiente para no echar a perder la pesca de los demás. Siempre pescan de la forma que menos alborote, tanto el agua como a los peces. Toman precauciones para evitar que su sombra se proyecte sobre el agua (caminando por una orilla alta).

Los pescadores a mosca siempre son amables con el resto de pescadores, y promueven entre ellos este Código de Ética de la pesca tanto si pescan a mosca como si no.

Salud